Martín Kohan

Qué signo político debe tener el intelectual comprometido.

Martín Kohan acompañó ayer a Leila Guerriero, que presentó Zona de obras (Anagrama) en la librería.

Razones por las que la correspondencia entre Ezequiel Martínez Estrada y Victoria Ocampo es conmovedora.

"Soy renuente a hablar de “academia”, porque la palabra me resulta demasiado pomposa y solemne".

Una reliquia, un recuerdo del pasado, sobrevive en Fitz Roy y Gorriti.

"¿Qué tiene de especial esa esquina? Evidentemente, nada. Presumo, en todo caso, que, bajo la presión constante del prestigio de lo extraordinario, el hecho de poder dar con un lugar así, común y corriente, procura una satisfacción a su manera".

¿Es posible que un escritor intervenga un cuento de otro (más famoso, más importante) sólo por razones literarias?

El encuentro entre el autor y el crítico o entre el crítico y el autor no es más que un desencuentro.

“Línea C, servicio interrumpido por atención médica de un pasajero”. Parece una simple información, pero es también, al mismo tiempo, el comienzo de un relato.

El derecho a la soledad es uno de los más vulnerados en los tiempos que corren.

A dónde ir cuando no se puede ir a ningún lado. Un texto de Martín Kohan en La Orquídea, donde es cliente desde hace 12 años

Una escena proustiana de La familia, de Gustavo Ferreyra (Alfaguara), da cuenta de cuánto de atroz y pesadilla hay en la sociedad.

"Es raro que pase yo un día entero sin pensar en Mario Levrero".

"No deja de desconcertarme que exista quien se interese por el que quieren suponer que soy, por detrás (o por debajo) de los textos que discretamente escribo."