Siete películas mejores que las novelas

Miércoles 27 de mayo de 2015
El vengador del futuro, El resplandor, Últimos días de la víctima y más.
Por PZ.
Contaba Julian Barnes que cuando Marion Vernoux le dijo que estaba haciendo la peli de Hablando del asunto, él le preguntó “¿Me traicionaste?”. “Sí”, dijo Vernoux. “Entonces la película va a salir bien”. Lo cierto es que con o sin traición, la película no alcanza al original. Y eso es algo que sucede en la gran mayoría de los casos. Pero no siempre. Aquí siete ejemplos de cuando las imágenes le ganan a las palabras.
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1. “El vengador del futuro”, dir. Paul Verhoeven
Basada en el cuento “Podemos recordarlo por usted al por mayor”, de Philip K. Dick.
Un hombre tiene el sueño de viajar a Marte como agente secreto y contrata los servicios de una compañía para que le implante una memoria artificial —que él vivirá como auténtica—, pero en el transcurso descubren que en realidad es un verdadero agente secreto. Dice Carlos Gamerro en Ficciones barrocas que luego de «este auspicioso comienzo, el cuento de Dick se desbarranca. La inteligente adaptación de Paul Verhoeven, Total Recall, lo toma en ese punto y le da un giro inevitable.” En ese momento el hombre (Arnold Schwarzenegger) recibe un mensaje de su antiguo yo que le explica quién es y por qué tiene que traicionar a sus nuevos compañeros. Gamerro también dice que Dick tendría que haberlo visto si se hubiera tomado un par de días más para pensarlo.
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2. “El resplandor”, dir. Stanley Kubrick
Basada en la novela de Stephen King.
Stephen King estaba en contra de que Jack Nicholson interpretara a Jack Torrance porque venía de hacer “Atrapado sin salida” y entonces creía que iba a dar una imagen de inestabilidad desde el comienzo. Se pensó en que el papel fuera para Harrison Ford y hasta para… Robin Williams. Por suerte Stanley Kubrick —el director de las tomas simétricas— ganó la pulseada y la escena de “Here’s Johnny!” se convirtió en un ícono del cine.
¿”La naranja mecánica” de Kubrick es mejor que la novela de Burguess? ¿Y “Lolita”? “2001” no cuenta porque Arthur Clarke escribió la novela después.
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3. “Últimos días de la víctima”, de Adolfo Aristarain
Basada en la novela de José Pablo Feinmann. Guion de Aristarain y Feinmann.
Si bien la novela merece una mención especial en la literatura argentina, la película es mucho más lograda y más jugada. Desde el vamos, la trama mezcla la participación del aparato represor militar —en plena dictadura—, algo que en el libro aparece apenas sugerido. El trhiller de Aristarain tiene una tensión que en otro país y con otros recursos se habría convertido en un clásico al instante. Hace algunos años, en una entrevista en la librería, Feinmann recordaba la escena de la baulera entre Luppi y Soledad Sylveira:
No sé si ustedes conocían a Solita Sylveira en el año ’81, era un bombón. (…) Él la va a matar y ella, que es una minita muy zafada, está genial. Le dice “¿Qué te pasa? ¿Te gusta más Küllpe que yo?” Küllpe es el tipo que él persigue; ella sabe que lo persigue. “¿Te gusta más Küllpe que yo? Dale, cogeme. Cogeme.” Los que estaban en filmación casi se mueren. No era como ahora, que estamos todos podridos de tetas, de culos, estamos saturados, nada produce ningún efecto. En ese momento, en el equipo de filmación cuando Solita dijo eso todos volaron de la calentura.
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4. Lo que queda del día, dir. James Ivory
Basada en la novela Los restos del día, de Kazuo Ishiguro
Solamente dos actores como Anthony Hopkins y Emma Thompson pueden hacer que esta película que tiene un respeto total por la novela de Kazuo Ishiguro (¡nada menos!) sea mejor. Es una película de actores; Ivory nunca fue un director destacado —y es el responsable de bodrios como “La hija de un soldado nunca llora”. Hopkins estaba en el momento más consagrado de su carrera, venía de hacer “El silencio de los inocentes” y “Drácula”; Emma Thompson venía de hacer Shakespeare. Las escenas entre ambos, con esos gestos velados, son de una fuerza desgarradora. Bueno, la novela es brillante, tal vez aquí seamos un poco injustos. ¿Novela o película? Las dos a la final.
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5. La mujer del teniente francés, dir. Karel Reisz
Basada en la novela de John Fowles, con guion de Harold Pinter.
Probablemente esta sea la mejor adaptación de la historia del cine. La novela de Fowles fue elegida por la revista Time como una de las cien mejores obras en inglés del siglo XX. Una novela de época, tremendamente documentada, pero también posmoderna, metaficcional… y feminista. Fowles es dueño de una gran destreza, para él el idioma es una materia maleable; consigue lo que quiere. La novela tiene dos finales —tiene tres, pero el tercero es un chiste. Cómo hacer que la película consiga la riqueza, no solo argumental sino también técnica de la novela. Harold Pinter —premio nobel de literatura— estuvo a cargo del guion: en la película un grupo de actores filma la película “La mujer del tiene francés”. Ficción, metaficción, el rol de la mujer, los dos finales, una Meryl Streep bellísima, todo está en esta versión que es a la vez la más traicionera y la más fiel de las adaptaciones.
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6. El club de la pelea, dir. David Fincher
Basada en la novela de Chuck Palahniuk.
La revista Squire dice que la película es superior a la novela y, por mucho que queramos a Palahniuk, no podemos sino coincidir. La Fox compró los derechos en 1996, exactamente el año que se publicó, y cuando Fincher ("Seven") leyó el libro y quiso filmarlo se encontró con la mitad del camino allanado. Dato curioso: Palahniuk, que no participó del guion salvo por un par de charlas con el guionista Jim Uhls, aparece como extra: hace de “idiot tourist” junto a un grupo de amigos que llevó especialmente para que salgan en la peli.
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7.
La séptima queda abierta. Pueden, si quieren, proponer títulos en los comentarios.
Podría ser para: “Secreto en la montaña”, dir. Ang Lee (que ganó el Oscar a mejor director pero no a mejor película) basada en el cuento de Annie Proulx que se publicó en la revista The New Yorker en el ’97. Podría ser para “Harry Potter y la piedra filosofal”. O para “Sin lugar para los débiles”, dirigida por los hermanos Coen, basada en No es país para viejos, de Cormac McCarthy. O también para “Expiación”, dir. Joe Wright, que adapta la novela de Ian McEwan (recordemos que perdió el Booker con Vida de Pi de Yaan Martel; otra película de Ang Lee que es mejor que la novela).
Incluso se podría mencionr “La fiesta de Babette”, dir. Gabriel Axel, que retoma la nouvelle El festín de Babette de Isak Dinesen. Pero me niego, me niego. La admiro demasiado a Dinesen para creer que una película puede ser mejor que sus libros. Y por favor, no me vengan con Africa mía.
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