La fábula del patito feo y el zorro rojo

Lunes 27 de abril de 2015
La editorial Libros del Zorro Rojo recibió el Bologna Prize best publisher of The year 2015 en la Feria de Bolonia.
Por Coni Salgado (desde Italia).
Todos fuimos, alguna vez, el patito feo. Cuando Hans Christian Andersen escribió aquel cuento no imaginó que en esa historia se reflejaría la mayoría de los lectores del universo.
Este escritor danés tampoco supo jamás que su nombre sería la referencia de los primeros pasos de la literatura infantil y juvenil. Desde las versiones de Walt Disney hasta las reediciones en diversos formatos, estéticas e interpretaciones.
En Bolonia, Italia, se celebra cada año la feria más grande e importante de libros para niños y jóvenes: la "Bologna Children Book Fair". Este año se desarrolló entre el 30 de marzo y el 2 de abril. En esta feria la diversidad cultural es protagonista y la compra y venta de derechos define el vuelo que los contenidos literarios de todo el planeta tomarán en un futuro no muy lejano. Se trata de una feria que dura cuatro días y se desarrolla con extrema intensidad. Allí, entre abrazos, citas y trabajo, se encuentra editores, traductores, ilustradores, agentes literarios, escritores y libreros de todos los países. Su fin último es llegar al corazón de los lectores infantiles; sin embargo, son muy poquitos los niños que caminan por la feria. Es una feria de adultos que nunca dejarán de ser niños. En este espacio de negocios, las emociones se mezclan con las historias y aunque el ritmo es agotador, los ojos agradecen tanta belleza ilustrada. La feria se presenta como una gran tentación, inabarcable en actividades, avasallante, exultante en color y texturas, casi paradisíaca para los amantes del papel.
Hans Christian Andersen desarrolló una imaginación superior. Era pobre, su papá era zapatero y su mamá lavandera. Quizás, tenía apenas la capacidad de inventar. Tal vez era rico. Atravesado por su historia personal y como consecuencia del fracaso como cantante de ópera, se convirtió en escritor. "Pulgarcita", "El traje nuevo del emperador", "La sirenita", "El valiente soldadito de plomo", "La vendedora de cerillas". ¿Que lector no atravesó la infancia disfrutando y estremeciéndose con sus cuentos? De profundo contenido social y humano, sus historias aún conmueven a todos los niños del mundo.
En el medio del mar, el agua es tan azul como las hojas del más bello aciano, y tan transparente como el más puro cristal; pero es muy profundo, más profundo de lo que pueda alcanzar la más larga cadena de ancla; podrían ponerse muchos campanarios, unos encima de otros, para llegar desde el fondo hasta la superficie. Allá abajo vive el pueblo del mar.
La sirenita
En Bolonia, se entregan cada año, los premios más destacados a la labor de las mejores editoriales de cada continente. La biblioteca del centro histórico de la ciudad está colmada de apasionados, de enamorados de los cuentos, de profesionales dedicados a hacerlos girar por el mundo. Este año, la editorial europea Libros del Zorro Rojo, creada en Barcelona en el año 2004 por dos argentinos, Fernando Diego García y Sebastián García Schnetzer, recibió el premio a la mejor editorial. Al día siguiente, el stand de Zorro Rojo, muestra una novedad: el libro que reúne todos los cuentos de hadas de Andersen brilla junto a las ilustraciones de Harry Clarke, maravillando a todo aquel que lo descubre: «La presente edición de Cuentos de hadas recupera la legendaria versión ilustrada por el eximio artista irlandés Harry Clarke publicada en 1916 por George G. Harrap & Co. en Londres, y en 1922 por Brentano’ en Nueva York.»
—¡Mirad! ¡Qué gentuza llega! ¡Como si no fuéramos ya bas- tantes! Puaj, qué pinta tiene ese patito; no hay quien lo aguante —y un pato fue hacia él y le dio un picotazo en el lomo.
—¡Déjalo en paz! —dijo la madre—. ¡No le ha hecho nada a nadie!
—Quizá, pero es demasiado grande y raro —dijo el pato que le había dado el picotazo—. Hay que darle una zurra. —La señora tiene unos patos hermosos —comentó la pata vieja de la cinta en la pierna—. Todos son muy bonitos, menos ese; ese no salió nada bien. Preferiría que volviera a empollarlo.
El patito feo
No es con la falta de belleza del patito feo con lo que nos identificamos, sino con su rechazo. Con la pena inmensa que nos da haber sido alguna vez discriminados por ser diferentes a la mayoría. Es la soledad lo que nos invade al ponernos en sus plumas, la falta de comprensión, la crueldad propia de la vida en sociedad. El tiempo es sabio y el libro es una destacada pieza de colección. Detrás de todo patito feo se esconde un hermoso cisne. Basta tan solo con esperar, con dejar que la verdad se refleje sobre nosotros, con tener la certeza de que tarde o temprano regresamos siempre al lugar al que pertenecemos.