Se presentó "Historia de Roque Rey"

Jueves 17 de julio de 2014
El martes pasado, Ricardo Romero presentó la novela Historia de Roque Rey (Eterna Cadencia Editora) acompañado por Hernán Ronsino y Oliverio Coelho.
Por PZ.
Cambiar la posición del adjetivo para cambiar el sentido: “una novela grande”, dijo Hernán Ronsino en referencia a las más de 500 páginas, y luego: “una gran novela”. Ronsino fue uno de los invitados a hablar sobre Historia de Roque Rey, la novela de Ricardo Romero que este martes se presentó en la librería.
—En Historia de Roque Rey —continuó el autor de Lumbre— aparecen los tópicos que están en los libros anteriores de Romero: el viaje y la reflexión existencial a través del viaje, la importancia de la camaradería, la búsqueda del amor. Historia de Roque Rey sintetiza y consolida ese universo y al mismo tiempo es un estallido. Detrás de cada personaje, aunque sea secundario, hay una historia interesante para contar. Sólo un gran narrador puede manejar la rienda de esa cantidad de personajes. La novela de Romero viene a interrogar un presente narrativo: el de recuperar la narración que quiere contartlo todo, pero que a la vez busca pensarlo desde la estética fragmentaria y minimalista.
Historia de Roque Rey sigue la vida de un personaje desde el día que huyó de la casa, cuando salió a ablandar los zapatos que su tío debía usar en el cajón y ya no regresó, y que durante más de cuarenta años —como el pueblo que sigue el camino señalado por una nube— peregrinó en busca de encontrar su lugar de pertenencia. “Novela río” por la que transitan cientos de personajes: un sacerdote parricida, un grupo de música tropical que adopta a Roque como bailarín estrella, una nena superdotada, los cientos de muertos que le prestan sus zapatos.
Oliverio Coelho, el otro invitado a presentar la novela, retomó la palabra “universo” que había mencionado Ronsino. Coelho asoció Historia de Roque Rey a la ambición narrativa de los guionistas de las series de televisión que heredadon de la novela decimonónica: abarcar una vida y narrar un universo. Hay en Roque Rey un extremo que lo lleva hacia Charles Dickens y otro que lo vincula con Los Soprano.
—Cada centímetro de la vida de Roque merece ser contada porque el narrador encuentra un punto de vista que hace necesaria cada descripción.
Coelho también destacó la etapa en la que Roque trabaja en la morgue judicial y comienza a ponerse los zapatos de los muertos para ver hacia dónde lo llevan. “Ese sonambulismo habla del aislamiento del individuo en la sociedad de la época”, marcó el autor de Un hombre llamado Lobo como una forma de incorporar en el diálogo la dimensión política de la novela. El contexto histórico y la cuestión política en Historia de Roque Rey es un marco que, lejos de contener al protagonista, lo llena de desconfianza y perplejidad.
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—La lectura tiene que ser como una danza —dijo Ricardo Romero—. A veces cuesta encontrar esa frescura, esa fascinación con la lectura. Esa danza. Recuerdo cuando de chico leí La reina de los caribes, la continuación de El Corsario Negro. En la primera escena hay un personaje (que es el Corsario Negro) que baja del barco en un pueblo hostil y camina 200 pasos. Yo ahí tuve que detener la lectura: tenía que saber cómo era caminar esos 200 pasos. Cerrré el libro y me fui a dar una vuelta manzana contando los pasos. Esa lectura fue la que me trajo hasta acá, es el lector que quiero ser.
Cuando Romero habló de su novela lo hizo con la alegría desorganizada de quien tiene mucho para decir y no quiere olvidarse de nada. Contestó preguntas de Ronsino y Coelho, siempre con el espíritu de la cita de arriba.
—El título existe antes de la novela —dijo—. Yo tenía la escena de los zapatos y tenía la escena de la morgue. Entonces apareció quien las unía: Roque Rey. Yo había leído Grandes esperanzas y me dije que tenía que intentar abordar eso. Ese fue el desafío. Desconfío de la perfección formal porque eso te deja intacto. El desafío era contar la historia. Como lector quiero vivir la experiencia y como escritor quiero dársela a vivir a otro.