Sal de ahí, de ese lugar

Lunes 06 de julio de 2015
El chivo del cebollar, de Gustavo Roldán y Roberto Cubillas (Edelvives), es una historia adorable para chicos .
Por Coni Salgado.
Para encontrar lecturas para los más chiquitos hay que tener en cuenta dos recursos: la repetición de una acción por parte de los protagonistas y la picardía en la resolución del final. Si al relato le sumamos ilustraciones mínimas, expresivas o cubistas, el juego de leer se prolongará incansable sobre las páginas del libro. Y si hablamos de Gustavo Roldán, hablamos de esos cuentos traviesos, con animales que pierden la calma como un chivo o que logran lo que se proponen como una diminuta hormiga.
El chivo del cebollar empieza así:
Había una vez una viejita que tenía un huerto apenas más grande que un mantel. Y en ese pequeñísimo huerto había plantado un hermoso cebollar.
Una mañana, cuando fue a regar sus cebollitas, se encontró con un chivo que se entretenía en pisotearlas.
--¡Salga, chivo, de mi cebollar! --gritó enojada la viejita.
Quizás porque los chivos están cansados de que los molesten en la literatura, o acaso porque este chivo del entrañable Gustavo Roldán tenía mucho carácter, o no sé bien por qué, este animal se adueñó del cebollar y dijo que nadie podría quitarlo de allí.
La viejita corrió en busca de ayuda: una y otra vez los lectores disfrutamos con lo que pasa. Las ilustraciones de Roberto Cubillas interpretan con acierto y humor, las miradas y los diálogos de quienes reclaman el cebollar como propiedad privada.El final es absurdo, inteligente, inesperado. Como en muchos cuentos del autor, la reflexión se vuelve inevitable, y aunque los niños pequeños no lo expresen, es seguro que internalizarán la conclusión que nos lleva a atravesar la genialidad de lo ilógico, lo disparatado o lo impredecible.
Un autor siempre presente en el corazón de la literatura infantil y juvenil de la Argentina. Un ilustrador talentoso y versátil. Una edición impecable y un chivo muy enojado. Un cuento popular que disfrutaremos una y otra vez, sin cansarnos y con una sonrisa. Un cuento adorable.
Gustavo Roldán nació en el Chaco, Argentina, y se crió escuchando historias, esas que pasan de boca en boca. Muchos años después, ya lejos del monte, los personajes que conoció en su infancia llegan hasta nosotros.
Roberto Cubillas nació en Buenos Aires. Estudió historieta, dibujo, grabado y pintura. Trabaja ilustrando libros para chicos y desarrolla proyectos de animación, como Los buñuelos, que se emite por el canal Pakapaka.