Es la comunicación, estúpido

Jueves 25 de junio de 2015
Tres especialistas en la prensa editorial sus secretos.
Paola Lucantis, Sebastián Lidijover y Natalia Viñes.
El martes pasado, dentro del ciclo “Los fornits”, donde escritores, críticos y periodistas abordan los diferente aspectos de aquello que rodea a un escritor, participaron tres especialistas encargados de la prensa editorial: Paola Lucantis (editora en Tusquets, llevó la comunicación de la Feria del Libro de Buenos Aires durante tres años y actualmente la del Filba), Natalia Viñes (es agente free lance de gran experiencia, entre sus clientes está Adriana Hidalgo) y Sebastián Lidijover (encargado de prensa de los sellos Edhasa y Salamandra en Riverside). Ellos tres hablaron del impacto que tiene la prensa sobre un libro, cómo son los criterios de éxito, qué tipos de estrategias se adoptan con cada libro. El encuentro fue moderado por Patricio Zunini.
¿Cuál es el objetivo de la prensa editorial? ¿Cómo es el trabajo cotidiano?
Paola Lucantis: Son dos preguntas distintas. El objetivo de la prensa editorial es difundir los libros, crear capital simbólico, generar una marca, comunicar un estilo, una estética, un lugar dentro de lo que es el universo de la prensa y los lectores.
Natalia Viñes: Como son diferentes objetivos, es muy importante plantear una estrategia de comunicación. A diferencia de una publicidad, uno no le está ofreciendo a la gente que va a ser feliz con ese libro. Tal vez hasta se le está ofreciendo algo en el orden del displacer. En todo caso, está unido a ofrecer una experiencia posible.
Paola Lucantis: Un libro o un autor puede tener un objetivo específico que se va alcanzando desde el trabajo cotidiano, y la editorial otro que está por arriba de esos objetivos particulares. Son dos caminos que van construyendo uno solo.
Natalia Viñes: Con respecto a los resultados, yo no sé si se puede hablar de “éxito” porque en recepción nunca se sabe qué es lo que sucede. Es tan misterioso como cuando un editor se lanza con un libro: está todo el tiempo apostando. No sabemos a ciencia cierta cuál va a ser el resultado de cada libro que tenemos que prensear; aunque sí podemos tenemos alguna idea de los alcances.
Paola Lucantis: Igual podés decir si una campaña fue exitosa si te fijaste objetivos y los cumpliste. Lo que pasa que en prensa el éxito no es venta. No hay que juntarlos. El objetivo que te fijaste en comunicación no debería tener que ver con eso.
Sebastián Lidijover: Pero la falta de venta muchas veces es una marca. Si no hay ventas automáticamente se dice que fue porque no hubo prensa.
Paola Lucantis: Que no hubo prensa es una cosa, que no hubo venta es otra cosa. Hay libros que tienen muchísima prensa, instala a la editorial en un circuito de crítica literaria y al autor lo llaman para entrevistas y otra editorial le pide un libro, pero ese libro no vendió. Y a lo mejor no vendió porque no estaba exhibido, no estaba a tiempo, era caro. Así como hay libros que no tienen prensa y venden muchísimo porque funcionan en el boca a boca. El éxito de una campaña de prensa se puede medir si se cumplieron los objetivos que uno se fijó.
Sebastián, vos, además de periodistas, estás en contacto con libreros.
Sebastián Lidijover: Libreros y periodistas son públicos distintos, pero tienen una misma lógica en relaciones. Lo primero que tenés que hacer para promocionar en una librería es que el librero te conozca. Decís de alguien que es un buen librero si consigue dar la ilusión de creer que él sabe lo que a vos te gusta, porque vos proyectaste en ese librero tus gustos o porque él logró hacerte creer que te conocía. En el trabajo de prensa —yo que soy nuevito— tuve que atravesar lo mismo: recorrer el camino para que los periodistas te conozcan y conozcan lo que vos ofrecés, pero también que les ofrezcas algo que sabés que les va a interesar.
Paola Lucantis: En realidad tenés que conocer cuáles son los gustos de ellos para diferenciar qué les das a cada uno.
Natalia Viñes: Llega un momento que nos ponemos en la cabeza de cada uno para saber cómo manejan los contenidos. Lo que pasa es que a veces los libros no llegan a tener la cantidad de notas publicadas que uno hubiese querido, pero aun así el objetivo está logrado porque hiciste que ese libro empiece a existir en el catálogo de aquellos que están involucrados en el libro. No generaron una nota pero vieron a diez personas y les hablaron de ese libro. Entonces ese libro empieza a existir en la cabeza de la gente.
Paola Lucantis: El periodista te toma como referencia para lo que ese libro necesita. A lo mejor estás trabajando en la campaña de algo que al periodista no le interesa, pero si establecés una relación con él y generás confianza, es probable que vuelva buscando otras cosas. No ganó para el objetivo de ese libro, pero sí ganaste en la relación con ese periodista. También son construcciones que no son instantáneas ni tan traducibles entre acción y resultado, sino que tienen matices en los que tenés que ir viendo cómo vas ganando en provecho de esa relación.
Es un acto de seducción.
Paola Lucantis: Absoluto.
Natalia Viñes: Y también de confianza. Si lograste consolidar esa relación, sos una fuente para el periodista. A veces tienen que generar notas y te piden ideas, contenidos, o te piden aquel libro que ahora le sirve. Siempre es importante sostener la comunicación; si no generó una nota no necesariamente fracasó.
Paola Lucantis: Uno puede hacer la gestión, tener confianza con el periodista, darle el material y que al periodista no le interese. Hay fracasos que vienen de la producción, no desde la gestión.
¿Lo importante es que hablen aunque hablen mal?
Natalia Viñes: Es importante que el libro provoque algo. Si un libro genera controversia puede que te dé ganas de leerlo.
Paola Lucantis: Se trata de eso también. Uno va haciendo sus gustos en la lectura de la prensa. Vos generás también tu cadena de confianza en las lecturas: a este periodista le creés, a este no. Si un periodista con el que tenés empatía habla bien de un libro pensás que te va a gustar, y si uno que no te gusta habla mal de un libro tal vez por eso lo quieras leer. ¿Cuánta gente querría leer El aleph engordado de Pablo Katchadjian? Un montón. Y había 200. Quisieras tener el libro para saber qué tan controvertido era.
Sebastián, vos hacés algo que se llama “La foto loca” con las portadas de los libros. ¿Te lo propuso Edhasa? ¿Cómo entra en el espíritu de una editorial un tipo de discurso inesperado?
Sebastián Lidijover: La foto loca surgió puntualmente porque yo había dicho que lo que más funcionaba en Facebook eran las imágenes: entonces, ¿cómo promocionar un libro con algo que no fuera la tapa, que no genera nada nuevo? Como un chiste se me ocurrió hacerlo una vez y después quedó como un proyecto de todos los viernes, ya vamos por cuatro años ininterrumpidos de fotos locas. Genera un vínculo. Hay una relación con los que siguen las redes y esperan la foto. Después de la foto además les estás hablando de un libro. Es una inversión a futuro. La gente espera una foto graciosa, pero en realidad se están enterando de libros y están compartiendo una publicidad que ellos que no lo viven como eso.
Paola Lucantis: Lo que hizo Sebastián fue romper con el protocolo conservador que todos teníamos para comunicar en redes, donde el mercado editorial venía atrasado con la tecnología. Con un planteo de juego, logró captar una tensión y un estilo. Lo hizo con esa mente loca que tiene. [Risas] Invierte mucha energía en eso, porque por más que te quedes pensando ¡no te sale una foto loca ni de casualidad! Y al final uno termina colaborando, le tirás ideas. Todos los que trabajamos en editorial veníamos por el mismo carril: esto es prensa, esto es marketing. (Marketing era: “Poné una publicidad en Clarín y Ñ”, no lo sacabas de ahí). Nadie sabía cómo usar las redes y hoy hay tres o cuatro editoriales que tienen community manager. En aquel momento Sebastián fue el primero que pescó eso. Random y Planeta replicaban lo que salía en la prensa: ponían el link de la nota en Clarín o Página. Eso era redes: no tenían contenido propio. Sebastián empezó armar contenido propio mucho más lúdico que esta cosa de repetir lo que ya estaba en otro formato. Si querías leer Clarín, leías el Clarín, no hacía falta que te lo dijeran en Twitter o Facebook.
Natalia Viñes: Aparte pudo generar una voz que conversa desde otro lugar. No cualquiera puede ser community manager. A veces pasa que en las editoriales dice “si es postear, que lo haga tal”. No es así: tiene que ser alguien con conocimiento de redes y audiencias. Tiene que estar adentro de lo que se está conversando.
Paola Lucantis: Esa figura, salvo en dos o tres, no está profesionalizada en las editoriales. Sebastián empezó como promotor en librerías y cruzaba los universos que se mantenían por separado. De repente ponía fotos de sus charlas con libreros y vos conocías la cara del librero de Cúspide. Eso de dialogar desde distintos lugares que hacen a la industria del libro antes no se daba.
Hace poco me preguntaron de una editorial a quién recomendaba para que les llevara el twitter. Yo les recomendé que le dieran libros a tuiteros, que los trataran como periodistas.
Natalia Viñes: Hay que separar algunas cosas. Hay gente que hace prensa y puede hacer de community manager, pero no todos los productos culturales necesitan de esa sinergia ni todos los community manager pueden hacer prensa. Cuando hacés prensa estás tratando, de alguna manera, de poner al periodista entre el posible lector y la editorial. Acá se plantea una aparente horizontalidad entre la editorial y la posible audiencia. Incluso los mismos periodistas que escriben en medios también comentan cosas y la comunicación se da de una manera muy distinta que con una firma en un diario, porque apelan a otro universo que plantean otro nivel de relación. Los medios gráficos están cambiando, tienen que desaprender y aprender constantemente algunas cosas. Las cosas para nosotros empiezan a ser un poco más complejas. La estrategia que antes funcionaba por un carril ahora hay que pensarla de otra manera y ver qué aliados va a tener a la hora de comunicar.
Sebastián Lidijover: Las redes también son consumidas por periodistas. Twitter es un zumbido y si lográs que haya un zumbido de tu libro, cuando le llegue al periodista va a saber que ya escuchó del tema, que hay gente interesada: se puede captar ese movimiento. Como vengo de promocionar en librerías, traté de replicar el diálogo con los libreros en desayuno con periodistas, pero con aquellos que tengan redes sociales. Hago reuniones con tuiteros y periodistas. De ahí surgieron invitaciones a programas de radio o, por ejemplo, hay periodistas que sacan fotos en el momento y hacen recomendaciones por Twitter a otro periodista, quien a su vez me escribe para hacer una nota. En una librería vos agarrás un libro porque lo tenés en la cabeza: lo que hay que lograr es que esté en la cabeza.
Paola Lucantis: Hay determinados sellos editoriales que no pueden salir del circuito de suplementos culturales porque es lo que la editorial y el autor necesitan para prestigiarse. Hay circuitos que van al lector directo, hay otros que son más endógenos o más del mercado. Si a un autor le decís que tiene 50 comentarios en Twitter, igual te pide la reseña en Ñ. Es como si no hubiera pasado nada. Hay escritores jóvenes que entienden diferente, pero a partir de una determinada edad, o incluso esos mismos autores una vez que alcanzaron cierto nivel, quieren la nota en Ñ y la entrevista en Página. La prensa escrita sigue dando otro nivel de prestigio.
Natalia Viñes: Una noticia en caliente no puede esperar a la tapa del medio gráfico porque eso ya lo anuncia en cualquier momento del día un medio online. El único espacio que sigue teniendo ese espacio de primicia o de anuncio es el espacio cultural. Todo lo que es prensa fría y prensa cultural, sigue conservando dentro de los medios gráficos ese espacio de prensa exclusiva o primicia. Salvo cuando se da un premio.
Bueno: al Premio Alfaguara vas con Twitter en el teléfono.
Paola Lucantis: Sí, vas con el teléfono: eso te permite producir un tipo de noticia. Pero hay otros medios que tienen que producir la noticia de otra manera. El gráfico va a tener que producir la noticia del autor que ganó, más un fragmento, más todo lo que tiene publicado, más todas las tapitas. Eso no se hace con el teléfono. Es un trabajo de redacción que lleva otro tiempo. Entonces, una misma noticia, que antes mantenías en privado y elegías a quién se la dabas, hoy, en cualquier cuestión que esté ligada a un premio o a la decisión de algo donde hay tres personas con sus teléfonos, la persona de prensa tiene que estar sentada ahí y enterarse al mismo tiempo que los que tienen el teléfono en la mano. Muchas veces pasa que el de prensa se entera de la noticia porque alguien la tuiteó. Esa inmediatez hay que tenerla en cuenta cuando estás trabajando en la prensa de determinadas cosas.
Natalia Viñes: Hay cosas que sí o sí necesitan estar planteadas desde una estrategia previa. Por ejemplo: si te sirve más que salga en la sección de cultura de La Nación y que después lo repliquen todos lo que lo quieran en las redes o que lo tuitee alguien, porque si se disuelve La Nación no va a agarrar la nota. El espacio cultural dentro de los medios gráficos sigue legitimando de una manera que todavía no se ha trasladado a otros ámbitos.
Paola Lucantis: En algún momento ese espacio pudo haber sido la crítica en el blog, porque tenía que ver con el formato. La crítica necesita un espacio para que el crítico se explaye y en las redes el consumo es otro. El blog pudo llegar a competir con los suplementos, pero cuando pasamos a una comunicación en 140 caracteres qué puedo decir de un libro.
[Intervención del público] ¿Por qué si en otras secciones lo que pasa en las redes se replica en los medios gráficos, no pasa lo mismo con las noticias culturales?
Natalia Viñes: Creo que como decíamos recién, tiene que ver con una legitimación del medio.
Clarín, y creo que es una política del medio pero sobre todo de Patricia Kolesnicov, es el primero en dar una noticia.
Natalia Viñes: Es que es uno de los pocos espacios que dan noticias de cultura, no contábamos con eso en La Nación hasta hace poco, no contábamos con eso en Página/12.
Paola Lucantis: Pero eso es por Patricia, que tiene 30 años en el mundo cultural, conoce a todos, llega antes. El día que ganó Padura el Asturias, yo la llamé a Patricia a las 7.30 de la mañana y ella se puso a producir la nota a las 7.35. Es de las pocas periodistas que quedan en un espacio tan importante como la página de cultura de Clarín, con un conocimiento absoluto del mercado editorial. A Patricia le podés preguntar cualquier cosa. Es el medio, pero también es el periodista.
Patricia Kolesnicov puso el aviso del premio que ganó Samanta Schweblin aquí en Eterna Cadencia. Es algo muy menor y, sin embargo, ella estuvo atenta a eso.
Natalia Viñes: No te creas. Ella sabe cuáles son los espacios de legitimación del espacio cultural. Y no solamente del mercado literario, porque también le dedica lugar al arte.
Paola Lucantis: Patricia tiene la capacidad de hacer una nota sobre un bestseller y sobre escritores jóvenes. La página de Clarín es un caso bastante particular: también está Julieta Roffo, tiene un staff de gente con muchas pilas. Los otros tienen un proceso interno distinto, lo tiene que aprobar el editor, lo tienen que empezar a producir, no tienen el mismo conocimiento del mercado editorial.
Hablar del trabajo Prensa y Comunicación es, finalmente, hablar de cómo se conocen los intereses y las formas de trabajo de cada periodista.
Paola Lucantis: Eso es básico. Si no conocés ni la manera de producir, ni lo que le interesa, ni qué recursos tiene en el diario, lo más probable es que te equivoques de propuestas. No puedo proponerle a un periodista que haga una nota a un escritor a las ocho de la noche para que salga al otro día si cierra a las seis y media. No puedo llamar el martes que cierran el suplemento para ofrecerles una nota en dos meses: están cerrando el suplemento, llamá el jueves. Esas son cuestiones más técnicas, más cotidianas, y después también están los gustos.
Natalia Viñes: El trabajo del agente de prensa sí o sí necesita generar un equipo. No se completa con la acción sola que hiciste. La acción tiene que estar hecha y planificada de cierta manera y después ver cómo se completa. Dependemos muchísimo de ellos. Cada periodista es un mundo. Algunos prefieren que los llames por teléfono, otros leen los mails. Cada uno tiene sus gustos y su predisposición. Reciben muchísimos libros todos los días: la pregunta es cómo te abrís a los codazos para que tu libro compita con el resto y le llame la atención frente a los otros 300 que recibió. Tenés que ver cuándo lo vas a llamar, cómo lo vas a llamar. Nosotros, además, lidiamos con las ganas del autor y la editorial, a quienes hay que hacerles entender que los periodistas necesitan un tiempo. Hay que saber cómo regular una cantidad de tensiones.
Con respecto a la información inicial, la gacetilla de prensa que manda Sebastián en Edhasa es mucho más narrativa que la de otras editoriales.
Paola Lucantis: Yo pongo la contratapa. No narro nada. Es absolutamente institucional. Yo tengo el sistema para saber cuántos leyeron la gacetilla. ¡No la lee nadie! Se fijan en los títulos.
Sebastián Lidijover: Las gacetillas que se mandaban en Edhasa antes de que estuviera yo eran copiar-pegar la contratapa. Yo, ya que leo los libros, pensé en poner alguna frase. Pero sé que nadie la lee porque mandás el mail diciendo “Apretá este botón y descargá la tapa en alta” y te vuelve en mail diciendo “¿Me pasás la tapa en alta?”. Es así. A lo que apunto escribiéndolas así es que los periodistas que sí las leen tengan una manera de contar diferente. A la vez sé que la gacetilla es el primero tonto del spam.
Paola Lucantis: Cuando mandás una gacetilla… Hay que decir algo: un regala muchos libros a los periodistas. Digo, vos mandás una gacetilla y te piden libros. Tusquets no tiene, en principio, restricciones de envío a prensa, pero yo podría señalar uno por uno a los periodistas que va a hacer una nota, el resto es para la biblioteca.
Natalia Viñes: Me está pasando que hay gente que me pide un ejemplar para su blog y en realidad es para comentar en Facebook. Y no son periodistas.
Sebastián Lidijover: Yo digo que a veces si agarrás el libro y lo tirás para arriba en la 9 de Julio vas a tener más visibilidad que si se lo das a una persona que lo va a reseñar en su blog o comentar en la radio online donde lo van a escuchar 5 personas. Yo vengo del capitalismo de vender libros y ahora soy una especie de Papá Noel socialista que regala libros. Me cuesta mucho porque yo antes trabajaba de venderlo: antes los metía en bolsas y facturaba; ahora los meto en sobres y no facturo. Y cada vez que tengo que dar libros o cuando hablamos con los que promocionan en las librerías, el criterio para regalar libros es que nunca crean que ese libro no tiene valor. Si se los regalás es porque tiene un valor.
Pero cuesta mucho que manden el pdf. Yo sería feliz leyendo todo en el Kindle.
[Intervención del público: Laura Leibiker] Yo soy editora. Yo le doy a nadie el pdf. Es el reaseguro de que el libro no circula por vías piratas de mi mano.
Sebastián Lidijover: El pdf es demasiado riesgo.
Paola Lucantis: Yo lo doy sólo en un caso extremo, pero en baja, con marca de agua y que no se puedan imprimir. En algunas editoriales está prohibido por protocolo. Y menos el que mandaste a imprenta: eso y subirlo a internet es lo mismo. Además el pdf que mandás te lo tiene que preparar el diseñador, tenés que contar con que el de preproducción tenga ganas, tiempo y voluntad de preparar el pdf que te piden.
[Intervención del público: Leibiker] Pero para el editor, mandar el pdf de un libro que todavía no sacó al mercado, por más que seas una persona muy confiable…
Paola Lucantis: Yo tuve libros argentinos subidos a internet y el autor me hacía un quilombo porque su libro estaba en internet.
Natalia Viñes: A mí me pasó hacer prensa para una editorial que solamente publicaba en ebooks y ningún periodista quería recibir el digital. Los periodistas de prensa gráfica en general prefieren el papel.
¿Cuáles son los problemas del trato con un autor?
Paola Lucantis: Su ego.
Natalia Viñes: Es el principal: el ego. [Risas]
Paola Lucantis: Un libro es mucho esfuerzo, es un montón de cosas propias. Hay un montón de expectativas que tienen que ver con el universo del escritor hacia adentro que el editor acompaña porque también apuesta. Pero no necesariamente eso es la lectura hacia afuera. A veces lleva un tiempo. Lidiar con la ansiedad de que toda esa energía que el autor puso en el libro se vea reflejada positivamente en el afuera no la podemos manejar.
Natalia Viñes: Por un lado esperan que se vea reflejada proporcionalmente. Y por otro lado no conocen los mecanismos de la comunicación. Desde el autor nuevo-nuevo hasta el consagrado pasan por los mismos problemas con la publicación de un libro. Los consagrados piensan que la prensa se les va a duplicar y a veces están tan expuestos que se invisibilizan.
[Intervención del público] Ustedes tienen catálogos importantes, muchos títulos al mes. Hay un grupo de periodistas que los escuchan pero tienen muchos más autores deseosos de salir en los medios que medios de sacarlos. ¿Cómo hacen para definir la promoción, a quién empujan con más fuerza?
Natalia Viñes: En principio nosotros no podemos garantizarles cantidad de notas ni medios. Estaríamos estafando alguien. Eso lo decide el medio.
Paola Lucantis: Puede haber una bajada de línea de la editorial porque la apuesta comercial es distinta. Por ejemplo en el caso de autor que tiene otro recorrido y se espera otra cosa. Una editorial no va a tirar 10mil ejemplares de un autor cualquiera porque sí, por ejemplo. Pero ante un autor con recorrido, que tiene un tipo de exposición, hay una apuesta es comercial y una apuesta en prensa. Van más o menos de la mano.
Sebastián Lidijover: Edhasa es mucho más chica y con los autores de Salamandra hay pocas entrevistas que se puedan hacer y cuando se puede es porque es una bomba y es fácil. Coincido que el tema de los autores es el ego; yo todavía no lo vivo como una pesadilla. El tema es que vos tenés un mes de trabajo que es como una línea recta a recorrer, pero para el autor es un círculo que debe estar alrededor de él. Y tenés varios autores. Entonces te convertís en la persona que le resuelve problemas como que dónde comprar un libro, cómo viajar, cómo llegar a tal lugar. Tenés que resolver un montón de cosas, pero como no estoy con la cabeza quemada y tengo pocos autores, me divierte. Y la verdad es que los autores de Edhasa son todos buenísimos. Estás grabando, ¿no? [Risas]
Natalia Viñes: Por ahí uno y la editorial consideran que la prensa está cubierta pero el autor está como loco. Y entonces, como para contenerlo y ofrecerle algo, uno sigue trabajando un poquito más.
¿Cuánto dura una campaña?
Paola Lucantis: Las editoriales que tienen servicios mensuales te marcan un mes, pero vos vas arrastrando. Menos de dos meses no podés hacer nada.
¿Quiere decir que si un libro no fue reseñado en dos meses los medios lo descartan?
Natalia Viñes: No. Pero si un autor me quiere contratar para la prensa de un libro que fue publicado hace dos meses, yo generalmente no lo tomo. No tiene mucha excusa periodística. Ahora, si venís con una editorial y ese libro fue enviado hace dos meses, todavía se pueden remontar cosas porque el libro es interesante, pero no ha habido espacio. Además lo suplementos tienen mucho material en parrilla y hay cosas que aparecen muchos meses después. Yo estuve haciendo unas muestras, analizando cosas que fueron apareciendo en los suplementos y he visto libros reseñados con diez meses de postergación. Y eso le hizo muy bien al libro. Muchos piensan que cuando lo sacan de la mesa de novedades de la librería ya está, pero los suplementos legitiman de otra manera.
Paola Lucantis: El movimiento de prensa puede ser inesperado. El corazón helado de Almudena era un libro de 1000 páginas y cuando llegó a Buenos Aires pensamos que no se lo íbamos a vender a nadie: tal cual, estuvo diez meses parado, parado, parado. De repente en dos días el libro se agotó. Nadie entendía qué pasaba, pero entonces me llamó Ernesto Tenenbaum para decirme que quería comprar el libro de Almudena porque estaba hablando de él en la radio. “¡Ah, eras vos!” Diez meses sin que se moviera el libro hasta que se puso él a hablar del libro.
Eso sostiene mi tesis: que el periodismo cultural no mueve la aguja de las ventas.
Paola Lucantis: Con El hombre que amaba los perros pasó lo mismo. Estuvo un año dando vueltas. No recuerdo quién habló del libro, pero no fue una reseña en Ñ. Tenenbaum estuvo una semana leyendo fragmentos de Almudena: desde ese momento el libro nunca paró y ya van cinco años.
[Pregunta del público] ¿Qué incidencia hay del autor en la estrategia de prensa?
Paola Lucantis: Vos te sentás con el autor y armás una estrategia que tiene que ver con sus relaciones, con los medios. Hay autores que te dicen que no van a la tele. Listo: sale tele. O que te dicen “Estoy peleado con tal y tal”. No importa si la editorial se pierde un re espacio. Es una condición que pone el autor y se respeta. A veces tratás de convencerlo: si el lugar es importante o si ves que hay una posibilidad de mediar, pero se respeta al autor. Hay autores que no les interesa las reseñas. Hay quienes te dicen “No trabajes nada de lo cultural porque me interesa ir a otros públicos”. Probablemente vos como no dejes de mandar el libro al suplemento, porque es parte de tu relación con el medio, pero no hacés hincapié.
Natalia Viñes: Patricio, vos decías que el periodismo cultural no mueve las agujas en ventas. El periodismo cultural mueve un montón de agujas, en ventas a veces también. Pero hay cajas registradoras: Mirtha Legrand, por ejemplo. Y no podés llevar cualquier libro a esas cajas. Tenés que tener cuidado.
Paola Lucantis: Hay muchos periodistas que son lectores, entonces vos vas por otro lado. Yo nunca le pedí una nota a Tenenbaum. Pero le mando libros todos los meses y él es recontra lector de Tusquets. Sietecase también. Lograste una relación de gusto personal y en algún momento, como tiene un programa de radio, dice “Estoy leyendo tal cosa” y eso lo escuchó un montón de gente. Zlotogwiazda es lector de policiales. Hace años que le mandamos policiales. Cuando vino Mankell moría por un libro firmado por él: se lo conseguimos. Y cuando vino Markaris moría por entrevistarlo: se lo conseguimos. Cuando encuentran la excusa periodística se da que hablan con Markaris desde Grecia para hablar de la crisis en un programa que tiene más que ver con lo político. No es que Markaris estaba en campaña de promoción de libro.
[Intervención del público] O te puede pasar que lleven a un autor como Padura a una entrevista para hablar del nuevo libro y comience el programa hablando de los libros de Tusquets.
Paola Lucantis: Pero eso porque Tusquets publicó todos los libros de Padura excepto uno. Ahí hay un caso problemático de trabajar en prensa: estás promocionando un autor que tiene un libro publicado en tu editorial contra los diez que publicó en otra. El de prensa de Capital Intelectual me dijo “¿La prensa te la vas a llevar vos?” y si yo tengo diez libros, obvio que me la voy a llevar yo. Ellos publican un libro de no ficción de alguien que no tendría el espacio si no tuviera la solidez construida a partir de los otros diez libros.
Sebastián, en los sellos de Riverside tienen diferentes sagas. ¿Cómo manejan la prensa de los adolescentes? ¿Cómo entran ahí los booktubers?
Sebastián Lidijover: Es un mundo muy endogámico. Ellos se leen y se comentan y a veces los ves pidiendo recomendaciones para ver a nuevos booktubers. Es un círculo que se va ampliando, pero no se ponen especialmente a investigar en suplementos.
[Pregunta del público] ¿Cómo intervenís, entonces?
Sebastián Lidijover: Tengo una base de booktubers y blogueros y blogueras y cada vez que hay novedades les escribo. Pero hay una cosa: vos les das 10 libros y salen 10 reseñas. Y son grandes lectores. Yo creo que los lectores más comprometidos con las lecturas son las bonellistas y los booktubers. Saben qué está escribiendo el autor, cómo va a ser el próximo libro, cómo va a ser la tapa, qué desayuna. Saben todo y leen mucho. Uno podría pensar que se fueron a leer en digital, pero no: usaron la tecnología para alimentar la lectura en papel. Son fetichistas del libro. Buscan la edición del papel. Hacen pedidos en Amazon y se graban cuando llega. Y si la tapa está rota es la tragedia más grande del universo. Pero, a la vez que se leen entre ellos y las tapas los condicionan (saben si un libro les va a gustar porque tiene una tapa se parece a otro libro que les gustó), igual tienen una mente abierta. No hay que ser prejuicioso con respecto a que no leen otra cosa: me pasó de entrar por las sagas y luego darles libros como La nieta del señor Lihn, de Philip Claudel. De las mejores reseñas que leí fueron escritas por ellos. Son chicos a los que les mandás el libro y a las dos semanas te envían el link con la reseña. Y a veces hacen bolsa el libro, pero tienen mucho compromiso.
Lamentablemente se nos acabó el tiempo. Deberíamos hacer una segunda parte de este encuentro. Muchas gracias por haber venido.
[Aplausos]
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