Cristobo subraya a Piglia

Martes 06 de octubre de 2015
"Este libro es demasiado bueno", dijo el poeta, traductor y editor del sello Kriller71, antes de enviarnos desde Barcelona sus citas de Prisión perpetua, de Ricardo Piglia.
Selección de Aníbal Cristobo.
"Una vez mi padre me dio un consejo que nunca pude olvidar: '¡También los paranoicos tienen enemigos!'"
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"Narrar, decía mi padre, es como jugar al póquer, todo el secreto consiste en parecer mentiroso cuando se está diciendo la verdad".
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"Si la literatura no existiera esta sociedad no se molestaría en inventarla. Se inventarían las cátedras de literatura y las páginas de crítica de los periódicos y las editoriales y los cocktails literarios y las revistas de cultura y las becas de investigación, pero no la práctica arcaica, precaria, antieconómica que sostiene la literatura".
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"La cárcel es una fábrica de relatos. Todos cuentan, una y otra vez, las mismas historias. Lo que han hecho antes, pero sobre todo lo que van a hacer. Se escuchan unos a otros, compasivamente. Lo que importa es narrar, no importa si la historia no le interesa a nadie. Lo contrario del arte de la novela, que se funda en la ilusión de convertir a los lectores en adictos".
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"Los relatos de la cárcel se parecen al relato de los sueños que la gente suele hacer al despertar. El relato de los sueños sólo le interesa a quien lo cuenta".
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"En el caso de los sueños, dijo hoy Steve, uno se interesa si puede imaginar que está incluido de algún modo en esa historia. Cuando una mujer me cuenta un sueño presto cierta atención porque me imagino que en cualquier momento voy a aparecer".
Todas las citas fueron tomadas de Prisión perpetua, de Ricardo Piglia, Ed. Anagrama.