Alas para volar

Lunes 16 de febrero de 2015
El pájaro bigote, escrito por Nicolás Schuff e ilustrado por Claudia Degliuomini (AH pípala), propone un viaje de aventuras y complicidad.
Por Coni Salgado.
En la asociación libre, el relato muta en cadena y nos lleva de un sistema al otro, encastrando cada eslabón con una credibilidad perfecta. Y la buena literatura sabe de encastres. En El pájaro bigote, escrito por Nicolás Schuff e ilustrado por Claudia Degliuomini, el protagonista cuenta en primera persona lo que sucede a partir de dejarse crecer el bigote: lo que podría ser la característica de un poeta se convierte en un protagonista secundario. El bigote se transforma en pájaro. Muta. Toma vuelo.
Entonces
me dediqué a dejar crecer mi bigote.
Lo hice con esmero, las puntas retorcidas hacia arriba,
con forma de pájaro.
Mientras el poeta sigue escribiendo para combatir la soledad, las palabras van enredándose en su bigote con forma de ave. Un extraño sueño, hace que el pájaro levante vuelo desparramando las palabras a través de la noche y por el mundo.
Una noche calurosa soñe que mi bigote era un pájaro.
Salía por la ventana y volaba sore la ciudad dormida,
sobre las luces y las casas y las plazas y los callejones.
Otros pájaros lo miraban raro, tal vez
porque nunca habían visto un pájaro bigote, tal vez porque no sabían mirar sin
desconfianza – hay seres así.
Un aroma a fogata y ciruelas permanece a su regreso en el bigote volador. El texto detona una historia de amor. Entre las páginas se huele a pan recién horneado y compromiso eterno. Un mismo viaje. La historia continúa con fantasía. En el trazo simple, el bigote similar al de Dalí, representa el cambio y simbóliza la búsqueda. Las ilustraciones acompañan las palabras con más palabras, y lo que se lee oculta lo que no se dice. Una certeza viaja en esos silencios. El vuelo de un pájaro bigote se convierte en el principio de un final feliz.
Un bonus track sorprende al cerrar el libro. Como una bandada de pájaros bigotes que imaginamos, completarán muchas historias posibles. Con su extrema belleza, el pájaro bigote traspasa las fronteras del papel y habita las tierras de América del Sur. Bajo el nombre de “Charrán Inca” surca los mares en busca de un eterno amor de abril.
Claudia Degliuomini nació en abril de 1966 en Buenos Aires. Egresó de la Academia Nacional de Bellas Artes con el título de Maestra nacional de dibujo, pintura, grabado y escultura. Desde 2003 se dedica exclusivamente a ilustrar literatura infantil para editoriales de Argentina, Brasil, Chile, EEUU, España, Italia, México, Puerto Rico y Reino Unido. Sus ilustraciones participan en exhibiciones alrededor del mundo.
Nicolás Schuff nació en 1973. Fue profesor de yoga y librero. Se dedica a escribir. Algunos de sus libros son Así queda demostrado, Compañía animal y Hugo Besugo y el misterio del Club de la Luna. Le gustan la música, los juegos y los viajes. Su blog se llama El puchero misterioso.